Aquincum

Los restos de Aquincum fueron desenterrados a finales del siglo XIX constituyendo uno de los parques arqueológicos más grandes de Hungría. La reconstrucción de la ciudad fue llevada a cabo entre los años 1960 y 1970.

Ruinas de Aquincum

En las ruinas de Aquincum podréis caminar por sus antiguas calles y contemplar los restos de los templos, tiendas, casas y baños de la ciudad. La mayor parte de la ciudad fue construida entre los siglos II y III.

En la visita encontraréis algunas sorpresas: una rejilla de alcantarillado en una baldosa de piedra, un sistema de calefacción subterráneo, un baño reconstruido con mosaicos o el patio en el que se instalaba un mercado son algunas de las cosas más importantes.

Hay que recordar que Aquincum era una ciudad bastante mayor que la parte que se visita. Actualmente sólo se encuentra excavada una tercera parte del centro de la ciudad.

Museo de Aquincum

El museo de Aquincum es una pequeña colección de restos celtas y romanos. Entre los objetos merece la pena destacar las estatuas y los mosaicos del primer piso.

¿Es interesante?

Lo cierto es que, aunque la visita a Aquincum no está mal, se espera más de ella y se echan en falta más carteles informativos (los que hay están en inglés). La sensación es de estar en medio de unas ruinas sin saber qué es cada cosa.

Por último decir que lo mejor de la visita son las ruinas, por lo que, si tenéis un tiempo limitado, lo mejor es priorizarlas sobre el museo.